Colección 009
"Los Primeros Mexicanos"
En el Anáhuac, en 1522, la tierra se extendía como siempre lo había hecho; los volcanes gemelos se alzaban a través de esa transparencia refulgente del aire, la luna revelaba en su totalidad al conejo que la había marcado y el verde adquiría esas formas espinadas, floreadas con paletas de colores nunca vistas por los recién llegados. La sangre había corrido, se habían formado alianzas y, sobre la antigua ciudad, los hijos de este valle se apresuraban a crear otra, con formas impuestas, pero con los materiales de esta tierra. Fusionaban el espíritu endémico con el de los extranjeros, embebidos ambos por la novedad, maravillados y sorprendidos, y así, sin saberlo, parían una nueva patria: el futuro México. Los nativos de estas tierras tomaron las formas impuestas, las técnicas importadas y, usando las suyas, les dieron sus rasgos a los querubines y poblaron el paraíso de tunas, pero también ellos crearon una nueva dieta y aderezaron sus vestimentas con los productos del exterior.
Para Francisco Cancino, el deseo de hacer moda surgió de un descubrimiento temprano en su infancia: la ropa dota de identidad. Por esta razón, México siempre se ha ubicado en el centro de sus diseños. Esta colección responde a la interrogante sobre cómo se vieron esos primeros mexicanos, Cancino regresa a ese primer encuentro y lo narra desde su contemporaneidad; desde su intención constante de ataviar a su pueblo, de dotarlo de su tradición y de sus valores estéticos, imagina esta fusión de cosmogonías, de materiales y técnicas, y la mezcla con su imaginario personal, con inquietudes propias, para vestir así a su tribu: esas primeras mexicanas a quienes imagina, a través del tiempo, como este pueblo de mujeres que, asombradas por lo nuevo y orgullosas de lo propio, salen en pie de lucha portando su nueva identidad.
En esta colección, la resistencia creativa de esos primeros mexicanos se plasma en encuentros: la plumaria saluda a la sastrería; la orfebrería americana conoce a la herrería europea; la metalistería se viste de joyas y el alfarero camina tomado de la mano del ceramista. Los materiales insignia de la marca, americanos y transoceánicos, la lana, el algodón, el lino, la seda, el cuero, se descubren inmersos en pigmentos americanos y revestidos de platería. Desde sus inicios, Cancino ha dividido sus colecciones en grupos de cuatro, organizados a partir de ejes temáticos que las recorren como ríos subterráneos. Con esta nueva colección, inicia una tetralogía sobre la ciudad de México, observada desde el presente en cuatro momentos clave de su historia, desde su fundación hasta la actualidad, y plasma la manera en que los cambios arquitectónicos, urbanísticos y en la vida cotidiana determinaron la identidad de sus habitantes. “Los primeros mexicanos” regresa a ese punto originario de resistencia creativa y se cuestiona aquello que puede enseñarnos sobre nosotros mismos al apropiárnoslo, al pensarlo desde lo que ahora somos.
Como en cada entrega, las colecciones de Francisco Cancino nacen de dos manantiales: sus cuestionamientos sobre México y una intención artística individual. En el primero, es el aprecio profundo por la riqueza amplia de México, por sus tradiciones, su historia, sus pueblos, lo que conduce a un ejercicio continuo para reapropiarse de su identidad y la de su país, para repensarla y crear un legado, algo que vuelva la mirada para poder avanzar, para hablar de nuestro momento actual y de nuestro futuro. En cuanto a lo artístico, sus diseños crean un estilo y una impronta que hablan desde el yo, desde su interioridad con la intención de comunicarla al público; en esta ocasión, estas preocupaciones lo han invitado a repensar su quehacer como diseñador, a imaginar mejores prácticas, cuestionarse las establecidas y reenfocar los significantes y los retos de la industria de la moda.
Todo lo anterior lo ha llevado a cuestionarse sobre la salud mental, sobre cómo se ve afectada por las exigencias de la industria de la moda, por la búsqueda interminable de novedad y de una mejora y un crecimiento constantes. La manera en que la voracidad del consumo se alimenta del bienestar de quienes lo facilitan ha asaltado a todas las áreas creativas, y la velocidad y las exigencias del mundo de la moda no son una excepción. En este sentido, regresar a los momentos de resistencia creativa — como el origen de México— y repasar nuestra historia como fuente de enseñanzas y no como algo muerto, nos puede abrir vías para imaginar salidas de los conflictos en que nos encontramos. En medio de esa pugna constante, Francisco reclama un momento para detenerse, tomar un respiro y reafirmarse: “No soy el mejor, pero tampoco soy el peor. Soy bueno”.
Materiales: Seda corrugada, faile de seda, shantung de seda, punto de seda, lino micado, lino capitonado, lino lana, lana, popelina de algodón, viscosa, mesh de tencel y cuero.
Paleta de color: Azul real, berenjena, escarlata, tangerina, melón, cobre, caramelo, amarillo puro, avellana, blanco chantilly, marfil, avena, ceniza y acero.