Colección 010
"Diego"
Para Francisco Cancino, México, su país natal, ha sido una inagotable inspiración que le ha permitido recorrer con libertad un sinfín de lugares encapsulados de manera física y simbólica a través de cada prenda en sus diversas colecciones. Este camino le ha brindado la oportunidad de redescubrir nuevos rincones de la cultura de su país, hallando otras dimensiones de lo mexicano y, a la par, entablar un diálogo íntimo con sus propios recuerdos y sensaciones, la concepción de su propio universo.
La cultura mexicana es un cosmos, un terreno sin límites definidos, cuyas formas irregulares y a menudo contradictorias, dan origen a expresiones artísticas divergentes. Entre ellas el muralismo mexicano, por el cual Francisco siempre ha sentido una gran fascinación. Este movimiento, imbuido de la misión de llevar el arte a los espacios públicos, se nutre del anhelo de forjar una identidad nacional que promueva un profundo sentido de arraigo en la población.
En esta nueva entrega de la tetralogía sobre la Ciudad de México, que surge tras "Los primeros mexicanos" (2023), Cancino recurre al muralismo mexicano, específicamente al fresco titulado "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" (1947), del ilustre exponente de la Escuela Mural Mexicana, Diego Rivera (1886-1957), quien nos conduce por uno de los jardines más emblemáticos y añejos de la capital, donde captura una diversidad de personajes reales o provenientes de su propia fantasía, así como escenas de eventos trascendentes que moldearon la historia nacional, pasando por la época colonial, la independencia, las intervenciones extranjeras, hasta llegar a la revolución y los movimientos campesinos y obreros. Así, construye una línea narrativa que nos permite ser espectadores del rumbo histórico de nuestro país y explorar aspectos intrínsecos de la vida en comunidad, como los cambios sociales y los fenómenos que de ellos se derivan, y aún más importante, hace que el espectador sea también agente. Un cambio evidente es la modificación en la vestimenta, que testimonia la evolución del gusto y el entendimiento de conceptos como la belleza o la opulencia.
En esta nueva colección titulada ‘Diego’, Cancino se sumerge en la monumental y festiva obra mural de amplio espectro cromático para guiarnos en una reflexión sobre la identidad mexicana que Rivera encapsula en su arte hábilmente, reinterpretada desde un enfoque contemporáneo que marca el décimo capítulo en la vida de su marca homónima.
La firma desde su génesis ha consagrado sus esfuerzos por tejer y compartir la historia de México a través del lenguaje artístico, acto que comparte similitud con el trabajo del pintor quien expresó: "Entre más nativo es el arte, más pertenece al mundo entero, porque cuando el arte es verdadero, es natural. El secreto de mi mejor trabajo es que es mexicano”.
Materiales: seda, lino, algodón, viscosa y cupro.
Paleta de color: blanco, crudo, nude, marfil, vainilla, avellana, caramelo, oro, dorado, bronce, siena, coral, arcilla roja, butano, helecho, verde metálico, negro obsidiana y negro azabache.